martes, 24 de diciembre de 2013

EL Jabón Federal

LOS ORÍGENES
En la segunda mitad del siglo XIX, el matadero municipal se encontraba en Parque de los Patricios, zona que había alcanzado una evolución urbanística importante gracias a la instalación del mismo, pero que con el tiempo habría ocasionado un duro debate vecinal sobre su traslado.
Durante la primer presidencia del Gral. Julio Argentino Roca, se comienza a estudiar el traslado del matadero a su actual ubicación. No se sabe quien eligió el nuevo lugar para la instalación del matadero[1], pero cabe destacar que el compañero de formula de Julio A. Roca, era Francisco Bernabé Madero, dueño de muchas tierras aledañas a la zona, fue quien realizo un muy buen negocio inmobiliario con dicho traslado.
Con la mudanza del matadero, los gremios relacionados a la carne, sebo, achuras, etc., comienzan a instalar sus fabricas y comercios en la nueva zona, que luego de varios loteos asienta a trabajadores, comerciantes y nuevos establecimientos, dando origen al barrio de Nueva Chicago  y a barrios aledaños a la zona como el de Villa Insuperable, Villa Las Fabricas (hoy Villa Madero), y Lomas del Mirador, en la Matanza, entre otros. Los terrenos se comienzan a lotear y a venderse en varias cuotas accesibles, atrayendo no solo a la gente que trabajaba en el matadero, sino a gran numero de inmigrantes que cambiaban su habitación en los conventillos de la Boca, por el terreno propio en una nueva zona, muy accesible y con grandes posibilidades de progreso.
La Argentina se encontraba en plena etapa agro exportadora, y este modelo de país, sumando a la gran inmigración europea y la llegada del ferrocarril, dan el puntapié inicial para la formación de los distintos barrios del conurbano. Entre estos barrios se encuentran Villa las Fabricas y Villa Circunvalación, que posteriormente tomarían el nombre de Villa Madero.
Entre las primeras fabricas de sebo que se conocen podemos nombrar a las del Sr. Florentino Del Bene  que se ubicaba a unas cuadras de la actual Av. Crovara y la fabrica del Sr. José Gorlero, que se ubicaba frente a la panadería Universal, sobre la calle Pintos, entre Pedernera y Constituyentes. En estos modestos establecimientos se derretía sebo en tachos de metal, los cuales eran calentados con leña, y una vez derretido el sebo, este viajaba por una tubería hasta un depósito en el cual se mantenía líquido por la acción del vapor de agua. Este sebo se vendía en forma de Barrica (Bordolesa) para uso domestico. Se acostumbraba confeccionar jabón manual en las casas. Rondando el 1911 encontrábamos también la fábrica de sebo de Francisco Sánchez y CIA[2], que posteriormente formaría la Cooperativa de Carniceros Unidos, que se ubicaba en la calle Constituyentes entre Pintos e Iriarte, la fabrica de sebo de Villeri Juan Carlos, la fabrica de jabón de Pedro Rios, la curtiembre de Juan Salles[3], y la fabrica de la familia Banga[4]. Estos últimos, miembros del partido conservador, eran los caudillos de Villa Madero.

LA FAMILIA DELBENE
Con las oleadas inmigratorias europeas del siglo XIX vienen desde Génova, Italia, cuatro primos hermanos de apellido Delbene que se instalan en Uruguay hasta que uno de ellos emigra hacia la Argentina.
La Sra. Sara del Bene de Tascon, descendiente de la familia, recuerda:
“Vinieron cuatro primos desde Europa. Nosotros somos aparentemente descendientes del que se quedo en Uruguay”[5]

En la republica Argentina su hijo el Sr. Florentino Delbene se instala en Villa Madero comenzando el siglo XIX, en una casa sobre la actual calle Constituyentes, entre Rivera y Blanco Encalada, lugar que hoy ocupa el Colegio Nuestra Señora de Lourdes. El matrimonio de Don Florentino Delbene y Doña Benita Schelloto, da a luz a Florentino (que en el futuro se transformara en el galán cinematográfico Floren Delbene), Alfredo, Sara, Emilio, Mario y Raúl Delbene.  En el año 1907 a unas cuadras de la Avenida Circunvalación (actual General Paz) instala Don Florentino Delbene una improvisada fábrica de sebo derretido que explota junto a Francisco Sánchez. La materia prima utilizada en la fabricación de sebo derretido, era transportada en carreta desde el matadero municipal hasta la fábrica por lo que es hoy la Avenida Eva Perón (ex Av. del Trabajo).

LA FÁBRICA
En el año 1917 Florentino Delbene se asocia a Domingo Masiello con quien compra la esquina de Av. Campana (hoy Crovara) y Av. Circunvalación (hoy General Paz) en donde construyen las nuevas instalaciones de su empresa.
La Sra. Miriam Esther Del Bene, nos comenta sobre el contrato que obra en su poder:
“Hay un contrato de mi abuelo, hecho con Masiello. Ese contrato no esta firmado, había tanta confianza que la palabra sola valía”[6].

En el año 1919 ya sin socio la empresa liderada por Don Florentino y sus hijos comienza a crecer paulatinamente. En 1921 un empleado de la firma, el Sr. Vito Donato Sabia, encargado de la venta de sebo, hombre hábil y conocedor del negocio, duro de carácter y trato, pero persona de confianza de Don Florentino, es convocado por este para asociarlo a la empresa.
Sara del Bene nos explica:
“Donato Sabia empezó siendo empleado de mi abuelo, luego lo puso de socio, era excelente”[7]

Desde este momento la empresa queda liderada por los hijos de Don Florentino y Vito Donatto Sabia, con quienes nace la fabrica de sebo y jabón “LA NACIONAL” de Delbene Hnos. y CIA. 
En 1923 compran la empresa “La Argentina[8], en Palo Blanco – Beriso-, un establecimiento de pesca de sábalos, en donde se produce aceite y harina de pescado.
El 6 de octubre de 1926 se consolida legalmente la firma DELBENE HNOS. Y CIA. Integrada por los hermanos Alfredo y Emilio Delbene y Vito Donato Sabia. Son proveedores de los grandes jaboneros de entonces: Conen, Tourelles, Sala, Sampini, Llauró y otros. Al año siguiente la empresa ya madurada se aventura a un nuevo objetivo: la fabricación de jabón. En 1927 nace el primer jabón que produce la empresa: “Batalla”. Se venderá almacén por almacén, barrio por barrio. Este rudimentario jabón da lugar a otro mejorado llamado “Delbecia”. El 14 de abril de 1927 se despacha el pedido Nro. 1 del nuevo producto par la firma Ambrosio Merello de Villa Devoto.
Para esta época, Floren Delbene dirige un grupo teatral conformado por Mario Delbene, Emilio Delbene, Tita Toro, el Sr. Mármol, y Arquímedes Villamonte Rodríguez entre otros[9]. Las representaciones se realizaban en el legendario Salón Sarmiento y contaba con gran concurrencia de público. Seria en este lugar en el que Floren Delbene se interesara por vez primera en las artes escénicas, el que anula su interés por el negocio familiar y lo transformaría en una estrella del teatro y del cine internacional.

EL PROSTIBULO
En nuestro país, el volumen de la inmigración, constante desde mediados del siglo XIX hasta finalizado el primer cuarto del XX, significó en términos demográficos que la población argentina se duplicara cada veinte años. En el padrón nacional, según el censo 1914 del INDEC, los nacidos fuera de la Argentina representaban un 30% del total de la población argentina. La mayoría de estos inmigrantes que se distribuyeron sobre la región Pampeana eran varones que venían a estas tierras en busca de mejores horizontes y dejaban en sus países de origen sus hogares constituidos o sus novias.
Así, se hizo evidente la necesidad de crear burdeles o “casas públicas”, y se trajo para ese trabajo a mujeres francesas, italianas, españolas, polacas y hasta alemanas.
En la esquina de las actuales Av. General Paz y Av. Crovara (Av. Campana y Av. Circunvalación en aquella época), se instala a principios de siglo XX uno de estos establecimientos, considerado entre los mas grandes de la zona. La ubicación no fue al azar, esa esquina era la intersección de las dos vías que utilizaban los arrieros para transportar el ganado a pie hasta los mataderos municipales, o los de la Tablada. Sin obviar la cantidad de trabajadores de los mismos y las numerosas fábricas de sebo da la zona.
La demanda fue superior a la oferta, y se formaban en esos lugares largas filas de hombres que esperaban para satisfacer sus necesidades, por lo que los dueños de los prostíbulos, para evitar que los clientes se aburrieran y se fueran, contrataban grupos de músicos tríos formados por guitarra, violín y flauta- que amenizaban la espera. Ejecutaban la música conocida del momento: polcas, habaneras, cuadrillas, valses y mazurcas.
En su libro “La Cueva del Chancho”, Geno Díaz nos contaba:

“Por aquella época Viequi escribía mucho según decía, y se permitía algunos lujos como el de tomar los sábados por la noche el colectivo azul y negro numero 40 en Parque Patricios, acudiendo en busca de un rato de solaz y esparcimiento a los prostíbulos de la Av. Campana, junto a la fabrica de Jabón (se refiere al Jabón Federal)”[10]
Este lugar, según cuentan testigos, poseía numerosas habitaciones en las que se ejercía la prostitución, bar, parrilla, y un pequeño teatro en el que, no solo se ofrecían números musicales, sino también show de mujeres y travestidos[11].
El edificio actual que ocupa la escuela número 49, era en ese entonces la sala de primeros auxilios en la que se atendía a las mujeres que ahí trabajaban, y que atendían por lo general, a la población masculina inmigrante, y a los trabajadores y arrieros del matadero municipal.

EL NOMBRE “FEDERAL”
En 1929 realizan la primera innovación en jabones: nace el pan de jabón de 500 gramos con bordes festoneados, con el nombre de FEDERAL. Aquí aparece por primera vez el nombre “Federal”, del cual no se sabe con certeza el autor de la idea de utilizar este vocablo identificador de las ideas Rosistas del anterior siglo, pero este jabón llego a tener tanta trascendencia que impuso su nombre sobre el de la empresa toda.

En 1931 Vito D. Sabia se conecta con Jaime Yankelevich y consigue que durante varias semanas se pasen por radio frases periódicas en las que se nombra a “El Federal”.
En 1933 por las demandas del mercado en favor del jabón Federal, se fuerza al máximo el ritmo de producción, para lo cual se incorporan maquinas de enfriado de jabón procedentes de Alemania. La producción se eleva hasta alrededor de 35 a 40 toneladas de jabón Federal por día, llegándose en consecuencia de 800 a 1000 toneladas mensuales. Se incorpora el camión de Federal, que recorre pueblos perdidos en el mapa, ofreciendo en ellos funciones de cine.
En Villa Madero, la familia Erias, había adquirido la formula para la fabricación del espiral, bautizado “Caracol”, por lo que utilizaban un galpón a modo de fabrica, logrando gran éxito de ventas. El Sr. José Eiras, trabajaba también en la fabrica de la familia Delbene, por lo que un día, el Sr. Raúl Delbene, lo ofrece comprar los derechos, y desde entonces, los espirales Caracol se producirían en la Jabonera Federal. La hija del Sr. José Eiras, Carmen, y su esposo Esteban Roldan, nos relatan:
“Los espirales los había traído el hermano de Sabato, el escritor, y parece que mi suegro y Armando Rey le habían comprado la formula, y lo empezaron a hacer ellos acá, en Madero, en un galpón y empezaron a vender y tuvieron un éxito bárbaro. Y mi suegro era jefe en el Jabón Federal, y Raúl, le ofreció comprar la formula y lo comenzaron a hacer ellos. También sacaron el insecticida Caracol”[12].

Hasta ese entonces se tiraban las aguas excedentes de la fabricación de jabón que contenían glicerina. En 1934 se instala la primera planta de concentración de glicerinas industriales, con lo cual se producen de 800 a 1000 kg de glicerina por día.
En 1938 nace el concurso “la llave de la felicidad”, que consistía en pequeñas llavecitas de oro que se encontraban escondidas en algunos panes de jabón. Los poseedores de esas pequeñas llaves recibirían como premio una casa totalmente amueblada. Dieciséis casas ganadas con la llave de la felicidad llevan el nombre de “Manuelita”, nombre del jabón de tocador ya impuesto en el mercado.
El crecimiento inusitado de la fabricación de jabones trae como consecuencia una mayor cantidad de aguas residuales, de las cuales se obtiene mayor cantidad de glicerina industrial. Se produce ya glicerina dinamita y glicerina farmacopea. Se adquieren equipos Alemanes de destilación más modernos y se llega a destilar cada 24 horas 3500 kg de glicerina. Durante la segunda guerra mundial la empresa exporta a Alemania glicerina para la fabricación de dinamita, este hecho marca duramente a la firma ya que la republica Argentina es obligada a alinearse a los aliados (EEUU; Inglaterra, Francia, etc.), y era muy evidente que, tras la compra de maquinarias de origen Alemán y, constatando ventas de material para la fabricación de dinamita al régimen nazi, ponía a la empresa en una difícil situación política. Posteriormente la firma obsequia  una escuadrilla de aviones a la fuerza aérea para demostrar su nacionalismo, y saldar todo tipo de “rencor” político ante la perdida de la guerra por parte de Alemania.
La intuición publicitaria de Vito D. Sabia tiene su continuación en las “Serenatas Porteñas” de Federal. Se funda el Club Federal en Curapaligue y Avenida del Trabajo. Actúa allí Juan D’Arienzo “el rey del compás”. Se trasmiten por Radio Belgrano los bailes realizados, como así también los programas “Noches de Gala de Federal” los jueves, y “La gran pensión del Campeonato” los días domingo.
En 1943 irrumpen el mercado con velas “El Cóndor”, “Martha” y “Nochebuena”, teniendo amplia aceptación.


Desde el año 1945 se comienza a ampliar la fábrica tomando los terrenos que pertenecían al Cabaret, y los fondos de la manzana que estaban baldíos. También las dos manzanas posteriores en las que funcionaban hornos de ladrillo.
Rubén González, delegado gremial que comenzó a trabajar en la fábrica en 1944, recuerda:
“El movimiento sindical como en todos lados los que iniciaron el sindicato tenían que andar luchando, porque eran… lógicamente viste… los despedían y cosas así. Porque no había estabilidad. Todos los beneficios que recibimos los trabajadores fue del peronismo. Cuando vino la revolución.”[13].
Un compañero de trabajo, Aldo Núñez, agrega:
Anterior al peronismo el poder del patrón era muy fuerte y teníamos a Sabia como el elemento mas castigador, que pretendía someternos al estilo de esa época”[14]

En 1946 nace la sociedad Anónima. La firma se transforma en JABON FEDERAL, DELBENE HERMANOS y SABIA LTDA. S.A.I.C. Preside el Directorio en Dr. Horacio Pozzo, antiguo colaborador y asesor de la empresa.
Comienza el auge de los lavarropas. Se importa de EEUU un moderno equipo Wurster y Sanger, cuya torre de soplado de 33 metros de altura, levanta su enorme estructura metálica en el edificio de Crovara 48. Poco después se lanza al mercado argentino el primer jabón en polvo producido por el Federal: “Limpioral”.
El 27 de abril de 1957 fallece Don Alfredo Delbene. Quedan sus hijos Florentino, Emilio Raúl y Sara. Los varones continúan sus pasos en Federal, el esposo de su hija Don Alberto Tascon integrara el directorio de la empresa.
En 1960 se incorpora otro equipo de enfriamiento y secado con capacidad de 6 toneladas por hora. Cuatro años mas tarde un nuevo destilador de ácidos grasos Mazzoni, de 72 toneladas por día. La Administración adquiere uno de los primeros equipos de computación electrónica RAMAC 1401 ingresados al país.
En 1967 Don Vito Sabia, a casi medio siglo de su iniciación de trabajo en Federal deja su cargo. Pocos meses después fallece.

Durante 1968/70 el mercado competitivo obliga a la empresa a incursionar en nuevos productos de limpieza: aparece el jabón “Linzul”, jabón de tocador con crema de limpieza “Princesa de Margy”, jabón el polvo “Gran Federal Marfil”, jabón “El Zorro”, insecticida “Caracol”, y la primer colonia que comercializa la empresa “Gelatti”.
En 1971 fallece Mario Delbene. Entre 1972/76 la empresa cambia su nombre por el de FEDERAL S.A. Se incorporan nuevas fragancias de la colonia “Gelatti”, insecticida “Saeta”, etc.
A MODO DE CIERRE
Por una decisión de forma, finalizamos el presente trabajo a comienzos de 1970, aclarando que la investigación completa, abarca la totalidad de la existencia de la fabrica del Jabón Federal, abarcando el periodo de la dictadura militar de 1976, como así también la quiebra, su mudanza e instalación actual, y los sucesivos propietarios que pasaron por su directorio, y que será presentado en forma de video documental en el año 2011.

Fuentes Consultadas:

Fuentes orales: Ismael Alvarez, .Sara Delbene de Tascon, Sra. Celia de Sabia, Emilio “el negro” Caveda, Miriam Esther Delbene, Marta Sosa Cordero, Luís Daher, Alberto Gasparovik, Fanny Aguirre, Aldo Nuñez, Eiras Carmen, Roldan Ernesto, Ruben Gonzalez, y Aldo Nuñez.


Fuentes Escritas:
-       Diario Clarín, Empresas y Protagonistas, jueves 25 de junio de 1992.
-       Periódico “El Imparcial” de Villa Madero, Septiembre de 1927, Año I, Nro, 11, Director Jorge Pont Salas.
-       Programa de actos de la Junta Vecinal “Barrio Federal”, octubre de 1949.
-       Boletín Informativo Federal Nro 10. Septiembre/Octubre de 1976. Centro de documentación.
-       Memoria y Balance General, años 1972/77, Federal S.A.
-       Anuario Agrícola Ganadero del Ferrocarril, años 1911/40.
-       Revista “Villa Madero”, Director Tomas Eloy.
-       CD-Room Cine Argentino.

Bibliografía:
-       Álvarez Ismael, “De la Villa Circunvalación a Villa Madero 1900”, Edición de Autor, 1999.
-       Biaggini Martín y Tavorro Oscar, “Ciudad Madero, desde la colonia hasta 1950”, Colección La Matanza, mi lugar, Directora: Hilda Agostino, Editorial CLM, Ramos Mejia, 2008.
-       Díaz Geno, “La Cueva del Chancho”, Editorial Galerna, Buenos Aires, 1982.
-       Vechio Ofelio, “Recorriendo Mataderos”, Tomo I, edición del autor, Buenos Aires.



[1] Vechio Ofelio, “Recorriendo Mataderos”, Tomo I, edición del autor, Buenos Aires.
[2] Álvarez Ismael, “De la Villa Circunvalación a Villa Madero 1900”, Edición de Autor, 1999.
[3] Anuario Agrícola Ganadero, CGBA, Buenos Aires, Edición de l 1912.
[4] Entrevista realizada al Sr. Jorge Banga
[5] Entrevista realizada a la Sra. Sara Delbene de Tascon. Nota del autor: La partida de bautismo del Sr. Florio Del Bene, patriarca de la familia, indica su nacimiento en Uruguay.
[6] Entrevista realizada a la Sra. Miram Esther Delbene.
[7] Entrevista realizada a la Sra. Sara Delbene de Tascon.
[8] En este establecimiento, en el año 1958, se filma la película “Sabaleros” con Armando Bo e Isabel Sarli, basado en el guión cinematográfico de Armando Bo y Augusto Roa Bastos, en donde se puede apreciar el sub mundo, la marginación y la explotación de aquellos lugares.
[9] Periódico “El Imparcial” de Villa Madero, Septiembre de 1927, Año I, Nro, 11, Director Jorge Pont Salas.

[10] Díaz Geno, “La Cueva del Chancho”, Editorial Galerna, Buenos Aires, 1982.
[11] Entrevista realizada al Sr.  Ismael Alvarez
[12] Entrevista realizada a Carmen Eiras y Esteban Roldan.
[13] Entrevista realizada a Ruben Gonzalez.
[14] Entrevista realizada a Aldo Nuñez.

domingo, 21 de abril de 2013

Jabón de tocador Manuelita

Jabón de tocador Manuelita, con 0,5% de clorofila y escencia de pino. Es un producto Federal, de Delbene Hnos. y Sabia Ltda. Villa Madero, La Matanza. Ley 11.275 Exp. Nro. 96.237/54

Gentileza: Patricia Tascon y Sara Delbene de Tascon.
 
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